Testimonio: Diana Carrizales - Ser Mamá y Agente de seguros
Compartiremos el testimonio de Diana Carrizales como madre y agente de seguros
Diana Carrizales
En este artículo les compartiremos el testimonio de Diana Carrizales como madre y agente de seguros desde hace 26 años.
¿Cómo y porqué empezaste en Sánchez Velasco?
En ese entonces, acababa de divorciarme y tenía a mis 2 hijos, de 2 años y 6 meses.
Llegué a Sánchez Velasco con la inquietud de probar siendo agente. Yo traía esta inquietud porque antes de ser agente ya trabajaba en una agencia de seguros, pero en el área administrativa. Veía los logros de los agentes de seguros todo el tiempo, lo exitosos y felices que lucían y esto me motivó a dejar mi trabajo administrativo para dedicarme a ser agente de seguros de tiempo completo
Obviamente no fue una decisión tan fácil de tomar, ya que no sólo era mi vida la que estaba en cuestión si no la de mis dos hijos que dependían de mí. Sin embargo, lo que me acabo de convencer, fue cuando conocí a Lupita Sánchez en la entrevista que me hicieron y compartí con ella todas mis inquietudes y mi historia: Que actualmente trabajaba en una aseguradora como administrativa atendiendo a la fuerza de ventas y al convivir con ellos y escucharlos me estaba motivando a salir e iniciar mi propia carrera como agente.
Mi principal motivación para desear cambiar de ocupación fue la flexibilidad de tiempo que se me ofrecía para poder acomodar mis compromisos laborales de tal forma que no me perdiera los momentos familiares más importantes. Y obviamente como a todos, el factor económico para poder darle un mejor futuro a mis hijos. Por lo que, al final, me decidí con el apoyo de Lupita.
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¿Cuáles fueron los mayores miedos, obstáculos y retos al inicio?
Hice este cambio en un momento muy crítico de mi vida: Tenía un año de haberme divorciado y llevaba 10 años en mi anterior trabajo, con una gran presión económica y de tiempo. Y cuando le comenté a todos mis conocidos sobre mi idea de ser agente, todos me decían que no dejara mi trabajo fijo y que no podía arriesgarme ya que estaba sola con mis hijos.
A pesar de todos estos comentarios negativos, en Sánchez Velasco me motivaron diciéndome que podría ser libre de programar mi tiempo si me convertía en agente, lo cual nunca había podido hacer en mi anterior trabajo ya que al ser administrativa/contable estaba totalmente sujeta a los tiempos de la empresa.
Mis mayores miedos eran:
- Dejar de estar en equipo y con la posibilidad de pedir ayuda como en mi trabajo anterior para comenzar a andar sola y ser autosuficiente.
- Ser la responsable de tomar las decisiones y en el caso de que todo saliera mal la culpa iba a ser solo mía.
- Temía extrañar el ambiente de oficina y la familiaridad de ver a los mismos compañeros día a día para ver a personas distintas todos los días al andar prospectando.
- Mis decisiones no solo me afectaban a mi si no a mis hijos, por lo que era una gran apuesta.
- No quería meter a mis hijos a la guardería porque estaban muy pequeños, afortunadamente mi mama pudo apoyarme para cuidarlos.
Al sopesar todos estos miedos, que formaban una gran lista de contras quise arrepentirme y seguir como siempre en lo seguro, pero tenía sueños que cumplir: acabar mi carrera, viajar y estar presente en los momentos importantes de la formación y crecimiento de mis hijos siempre que me necesitaran. Así que aun llena de miedo, “me aventé”
¿Cómo fue al inicio?
Al inicio, como podrán imaginar, me resulto difícil organizarme para trabajar mis 8 horas diarias sin distraerme pensando en que ya me quería arrepentir o preocupándome pensando en el futuro de mis hijos ya que de mi dependía generar ingresos.
En las noches me dedicaba a estudiar y capacitarme ya que en las mañanas y tardes trabajaba mis 8 horas. Establecí como mi primer objetivo poder llegar al ingreso mínimo que ocupaba para poder satisfacer todas mis necesidades: Si por ejemplo ocupaba mínimo 10mil pesos al mes para poder cubrir todas mis necesidades básicas tenía que planear cuantos seguros ocupaba vender en el mes para llegar a este ingreso y luego calcular cuántos ocupaba vender al día/semana para ir organizándome en base a metas pequeñas y mantener el ritmo de mis ventas.
Afortunadamente, desde el inicio siempre estuve rodeada de gente amable que me apoyó, motivó y me dio la confianza necesaria para compartirles mis dudas y preocupaciones.
Algo que me ayudó mucho como apoyo emocional, fue que me reunía con otros compañeros que iban iniciando en esta carrera y compartíamos nuestras preocupaciones y las dudas que nos surgían en el día a día de nuestros inicios. Hacer esto me servía como asistir a un grupo de apoyo para no sentirme sola y no desanimarme tan fácil.
Fue importante para mí y mis compañeros el comprender que si recibía un NO era un no hacia el producto o por la posible incapacidad de la persona para comprar, y no tomármelo como si fuera un rechazo para mi persona.
¿Cuándo llegó la estabilidad?
Aproximadamente a los 6 meses ya no tenía que preocuparme por el dinero, supe que ya habíamos llegado a un punto de estabilidad porque podía darles pequeños gustos a mis hijos y llevarlos a comer pizza y a jugar sin preocuparme, ahora sólo era cuestión de mantener el ritmo y la disciplina de ser constante.
Cuando finalmente llegué a esta estabilidad económica vi que ya tenía dinero para terminar mi carrera de Lic. en Administración de empresas, logré cumplirlo y posteriormente saqué mi carro nuevo pagándolo yo sola sin preocuparme por el dinero. ¡Los triunfos comenzaron a venir por si solos, y eran sólo míos!
Siempre hay nuevos retos
Aun con mis recientes triunfos en ocasiones seguía habiendo días malos, pero siempre he sabido que estos solo son temporales porque ya me había demostrado que si podía ser responsable de mi propio negocio.
Llegó el tiempo de hacer las renovaciones de mis primeros clientes al año de haber contratado sus coberturas y me topé con que había casos en los que no me renovaban porque el cliente ya no tenía dinero, porque le ofrecieron un plan más barato en otra compañía o que por un olvido no hice el seguimiento adecuado. Por lo que fue nuevamente aprender de estos tropiezos para no repetirlos.
Aunque trataba de estar presente con mis hijos, tanto tiempo invertido en estudios y trabajo me dejaba poco tiempo, pero el poco tiempo que tenía lo usaba para ayudarlos con su tarea y preguntarles cómo les estaba yendo en la escuela. Afortunadamente mis siempre fueron primeros lugares y me decían que yo era su ejemplo, mi mama también compartió conmigo estas satisfacciones al verlos crecer tan bien.
Después de alcanzar la estabilidad
Cuando mis hijos ya estaban en prepa y facultad empecé a tener menos demanda de tiempo por su parte y el tiempo que pasábamos juntos era platicando y ya no tanto ayudándoles con la tarea. Crecieron independientes y responsables porque veían mi esfuerzo por darles lo mejor. Es una de las cosas que más me enorgullece.
En la actualidad ellos siguen estudiando y aunque he tenido baches como un accidente que me tuvo en cama varios meses que requirió rehabilitación, ya tengo bases firmes en mi carrera que me sostuvieron y ya volví a laborar hace poco y a retomar mis actividades sin problema.
¿De qué cosas te diste cuenta ahora que recordaste tus inicios?
Recordar todo esto me hace confirmar que no me arrepiento de nada y que tomé la mejor decisión en el mejor momento ya que el ser agente me permitió estar presente en todos los momentos importantes de la vida de mis hijos y me permitió demostrarme mi propia valía. En ocasiones sigo teniendo temores y días malos como todos, pero solo son eso: días malos.
Pese a que nunca me gustaron demasiado las ventas, ahora son algo que me apasiona porque he comprobado que puedo mejorar la vida de la gente que confía en mi para adquirir un seguro, ya que muchos de mis clientes son amigos y sabes que más venderles una cobertura les estás proporcionando herramientas para alcanzas sus metas.
Con el paso de los años he recibido muchas felicitaciones y agradecimientos de las personas que son mis clientes en los que me agradecen por haberles vendido el seguro que me compraron ya que gracias a él pudieron afrontar momentos difíciles o alcanzar sus sueños.
Actualmente estoy comprometida a vivir mis sueños como lo he estado haciendo los últimos 26 años, transitando por un camino que yo misma he labrado y persiguiendo todas las metas y objetivos que me quedan por conquistar.
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